martes, 23 de octubre de 2012

A vueltas con el Halloween


De unos pocos años a esta parte algunos de nosotros hemos observado con auténtico estupor como una costumbre foránea  bastante macabra ha ido instalándose en nuestro calendario, noticias, comercios, escuelas.... en definitiva, en nuestra mediterránea sociedad. Me refiero, desde luego a Halloween,  esa fiesta que parece salida de series y películas americanas cutres para adolescentes. 




Desde siempre, en nuestra cultura se ha rendido homenaje a nuestros difuntos el día 1 de noviembre, Todos los Santos. Los cementerios siempre se han llenado de flores de vivos colores con los que adornamos las tumbas de nuestros seres queridos fallecidos. Días antes una legión de señoras suele frecuentarlos estropajo en mano para dar lustre a las lápidas, las floristerías hacen su agosto, las flores se ponen a precio de gran lujo y hay una verdadera competición en tener la mas bella lápida para nuestros familiares  La víspera de Todos los Santos se representaba el Don Juan Tenorio, se compraban dulces tales como los llamados "huesos de santo" "panellets", "buñuelos de viento"... nos contaban historias de miedo, de difuntos aparecidos en los caminos .... Y además empezaba el frío y estrenábamos abrigo.


Ahora de repente todo se llena de calabazas, disfraces de monstruos, vampiros y brujas, críos llamando a las puertas gritando "truco o trato" y si te descuidas manchándote la fachada con huevos.  Los telediarios nos invitan a participar en la fiesta, hay sesiones especiales en las discotecas, la gente joven la ve como una gran tradición...pero....¡Si hace 20 años nadie sabia lo que era esto!
Realmente es una fiesta de tradición celta, concretamente irlandesa, una fiesta de entrada en la estación mas fría y tenebrosa del año, que los inmigrantes irlandeses llevaron a Norteamérica, y como todo lo que allí aterriza se magnificó y horterizó hasta lo que es hoy en día  Y nosotros aquí copiandolo. Ahora resulta que la globalización también nos está cambiando la fiesta y las tradiciones.


En fin. A mi que no me vengan pidiéndome caramelos, yo seguiré honrando a mis seres queridos que se fueron demasiado pronto (Te quiero Héctor) y a los que se fueron cuando debían, les llevaré flores, adornaré las lápidas y los mantendré vivos en mi corazón, como todo el resto del año. Yo no creo en Halloween. Ni truco, ni trato.





3 comentarios:

  1. yo prefiero lo clásico,nos americanizamos en lo que queremos, también es verdad que por obligación se va al cementerio 1 vez al año,ese día ves lo que el resto del año no y sobre todo el color que se queda acompañado del buen olor,las tradiciones se pierden pero cada uno a cierta edad se tiene que haber hecho las suyas propias,besos.

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  2. totalmente de acuerdo, a nuestros seres queridos se les debe hornar como se merecen y no con una americanada fruto del consumismo y que mas en estos tiempos de crisis se deberian de cortar, tiendas de juguetes, quioscos, etc repartiendo propaganda en la puerta de los colegios ,ya que yo como adula "que reflexiona" a vences, jeje, puedo analizar la situacion y decidir que esa no es el dia que mis seres queridos se merecen para mi parecer, pero un crio al que se le da un librito donde anuncian, disfraces, caramelos y demas cosas no lo entiende, ya esta bien de manipularnos

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